La polenta es un plato muy típico en Italia, se puede preparar de diferentes maneras y la que vamos a ver hoy es muy sencilla.
Hay 3 tipos de polenta, la amarilla (harina de maíz), la blanca (harina de castañas) y la polenta oscura (harina de alforfón).
Esta receta está preparada con polenta amarilla que es la más común.
Este es un plato absolutamente otoñal, no quiero decir con esto que no puedas tomarlo en cualquier otra época del año pero ahora sienta de maravilla.
Ingredientes: Para la salsa (4 personas)
Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
300gr. de champiñon Portobello (puedes sustituirlo por las setas que más te gusten)
1 cebolla dulce
3 dientes de ajo
1 vaso de vino blanco
Sal
Pimienta negra
Albahaca fresca
1 rodajita de pan tostado
Doramos el ajo y la cebolla picada, añadimos los champiñones y salteamos un par de minutos mientras van soltando el agua. Después añadimos el pan tostado, salpimentamos y regamos con el vaso de vino.
Dejamos que se cocine a fuego lento unos 15 minutos y añadimos 1/2 vasito de agua, removemos bien y dejamos otros 8-10 minutos.
Añadimos unas 5 hojas grandes de albahaca y trituramos.
Probamos la salsa y rectificamos de sal si hiciera falta, aquí ya se ve la consistencia que tiene, si la quieres un poco más líquida añade un pelín de agua mientras la bates pero lo suyo es que quede como una crema.
Ingredientes: Para la polenta crujiente
1/2 taza de polenta
2 tazas de agua
Sal
Pimienta
Hierbas provenzales
Llevamos a ebullición 2 tazas de agua e incorporamos la polenta, las hierbas, la sal y la pimienta. Removemos bien y cocinamos con la olla tapada 20 minutos a fuego lento.
Untamos una fuente con aceite de oliva e introducimos la polenta para que se enfríe, (la textura es algo pegajosa por lo que se puede manejar perfectamente), ten en cuenta que tendrás que cortar dados para freírlos a continuación, así que asegúrate de que queda con suficiente grosor.
Un vez fría, cortamos la polenta en daditos y freímos en abundante aceite de oliva (nunca hay que usar aceite de girasol para freir).
Quitamos el exceso de aceite con un papel y solo nos queda emplatar, colocamos una base de nuestra salsa y por encima echamos los daditos de polenta.
Puede parecer un poco aparatoso al tener que hacer 2 elaboraciones pero os aseguro que es una receta muy sencilla y agradecida.
Espero que os guste.
¡Buenísima! Una receta muy original para la polenta
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