Bienvenidos de nuevo, en primer lugar disculparme por estas semanas sin postear pero hemos estado de vacaciones, disfrutando del sol, la playa y la más absoluta tranquilidad.
Hoy toca una ensalada que bien puede tomarse fría o tibia (aviso que tibia tiene mucho encanto) pero de ambas formas es muy rica y fácil de preparar.
Los guisantes son grandes aliados, mejoran la circulación, regulan los niveles de azúcar en sangre, son ricos en hierro, calcio y fósforo con lo cual también son buenos para nuestros huesos.
Ingredientes: 2 personas
5-6 patatas pequeñas (si puede ser patata nueva siempre será mejor que patata lavada)
Un buen puñado de vainas de guisantes
1 cebolleta pequeña
1 puñado de tomatitos cherry variados
4-5 hojas de albahaca
Unas pocas aceitunas de manzanilla
Sal rosa del Himalaya
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de manzana
En primer lugar lavaremos muy bien las patatas ya que van a conservar su piel, una vez limpias las introducimos en una cacerola con agua que las cubra y junto con las vainas de guisantes, cuando el agua comience a hervir añadiremos un poquito de sal, bajaremos el fuego y dejaremos unos 15 minutos (hasta que las patatas se puedan pinchar bien con un cuchillo). Una vez listas, escurrimos y dejamos templar.
Es el momento de abrir las vainas y sacar nuestros guisantes que dejaremos en agua fría hasta el momento de emplatar.
En un bol pequeño mezclamos la cebolleta y las hojas de albahaca bien picaditas,añadimos un chorro de aceite de oliva, unas gotas de vinagre de manazana,un pelín de sal y removemos bien.
Lavamos y cortamos por la mitad los tomatitos y ya tenemos todo listo, nos vamos a emplatar.
En una ensaladera colocamos nuestras patatas ya templadas, los guisantes bien escurridos, los tomates y regamos con la vinagreta de albahaca, por últimos agregamos unas pocas aceitunas.
Espero que os guste.